Después de muchos días, diría meses, de estar tomando una decisión que parecía nunca decidir, llegó el día, empaque las cosas, desarme el televisor, la cama, envolví el colchón y me senté a esperar a que llegara el carro del trasteo. No fue fácil ir sacando las cosas de la casa en la que viví tanto tiempo, no fue fácil pensar en que ya no vería todos los días a mi hija, por quien realmente había decidido olvidarme que yo también merecía vivir bien y feliz. Los muchachos del trasteo terminaron de subir todo al carro, me aseguré de cerrar las puertas del apartamento y emprendimos camino a mi nuevo lugar. El nuevo lugar no es gran cosa, es un apartamento antiguo de chapinero alto, donde comparto el sitio con otras 4 personas, 2 hermanos que son los dueños del lugar, un español y otro personaje que aun no conozco, por el poco ruido que escuche anoche, todo parece que va a ser una convivencia agradable, esperemos que llegue el fin de semana para ver hasta que punto cambia el ambiente, sin embargo no me haré mal ambiente ni me cargaré con prejuicios, soy el mas viejo de todos mis roomies y por lo tanto tengo que tener tolerancia a sus cosas. Volviendo a la descripción del lugar, es un cuarto de 4x5 metros, un closet grande, aunque un poco mal distribuido, ya pedí permiso para hacerle una pequeña reforma para que me puedan caber todas las cosas con un poco mas de orden. El baño es compartido, aun no se con cuantas personas, supongo que con todos menos los dueños y sorprendentemente, para ser un baño usado solo por hombres, está bien limpio y agradable de usar.
Cuando llegue con el trasteo, el dueño me recibió muy bien, los muchachos subieron las cosas al cuarto y luego yo organice un poco las cosas, arme la cama, me di un duchazo y fui a trabajar.
Ya en la noche, hubo que ir de compras, elementos de aseo, una bombilla, no es gran cosa lo que compre pero me di cuenta de las necesidades que tengo, como por ejemplo un sesto para la ropa sucia, un solterón (perchero con hombros) para poder poner las chaquetas, un par de blackouts para la ventana porque entra demasiada luz en las noches, también una o dos cobijas porque hace un buen frio sobretodo en las madrugadas.
En el camino al apartamento me encontré con la soledad a la que decidí tener como compañera, una cosa es comer en la calle para no recibirle nada a tu ex cuando llegabas al apartamento, otra cosa es comer por fuera porque no hay nada que comer en donde vives. En medio de esa soledad comencé a entender porque cuando te quedas mirando a alguien que está cenando cualquier cosa te mira con un sesgo de importaculismo. No es que esa persona sea triste, lo mas seguro es que está la búsqueda de la felicidad que dejó olvidada durante mucho tiempo.
Salí de comer, en medio de una lluvia torrencial, unos caminaban decididos a mojarse, otros con su paraguas se afanaban y otros como yo, miraban a su alrededor, reconociendo su nuevo hábitat. En medio de eso, me fui dando cuenta como comienza a cambiar la vida de fácil, un hombre joven que venía por el mismo anden que yo iba, resbalo y callo al piso, un par de días atrás, hasta le hubiera puesto el pie encima para que no se levantara, hoy en cambio, le ayude a levantarse y me aseguré que estuviera bien. Escribiendo esto, me doy cuenta que para disfrutar del Bungee solo tienes que poner un pie en el vacío y que la gravedad haga el resto. Solo tenía que aceptar el riesgo, tomarlo y enfrentarlo como tenía que ser.
Este cambio no es un salto al vacío, tengo planes, unos urgentes otros importantes y todos los tengo que realizar. Este cambio no solo me hará bien, le hará bien a muchas personas que estaban pendientes de mi y ya se siente en el aire que todo esta mejorando.